Domingo 13 de noviembre, minuto 84 de juego, San Martín iguala 1 a 1 con Almagro en La Ciudadela. César Abregú corre desesperado para frenar una contra peligrosa del “Tricolor”. El pibe completa con éxito su misión; desactiva un ataque a fondo del rival, pero en su afán por lograrlo queda tendido en el suelo.
Sus gestos de dolor lo dicen todo; la lesión parece grave. “Fue un momento horrible. Por el dolor que sentí, llegué a pensar lo peor. No podía creer que estando en mi mejor momento haya tenido que salir”, le confiesa el volante a LG Deportiva, con la tranquilidad de que esa lesión es un triste recuerdo.
A menos de un mes de haber sufrido un esguince de rodilla, hoy volverá a jugar como titular. “Estoy muy contento por recuperar mi lugar. Tengo muchas ganas de aportar para que el equipo pueda volver a ganar”, explica dejando en claro que su rápido regreso se debió a que nunca bajó los brazos. “Desde el mismo momento en el que sufrí la lesión, me mentalicé en volver cuanto antes. Por eso cuando los estudios demostraron que no era tan grave como creía, me puse cumplir cada punto de la recuperación. Ahora quiero aprovechar mi momento”, agrega.
Pasaban los días luego de esa fatídica acción y en La Ciudadela se asombraban de que Abregú recuperaba terreno a pasos agigantados. “Ningún jugador quiere estar fuera de las canchas. Por eso, comencé a entrenarme en doble turno siguiendo al pie de la letra los trabajos que Damián (Solís) -kinesiólogo del plantel-, me había indicado. Hoy me siento 10 puntos”, jura dejando en claro que Diego Cagna es alguien fundamental en su corta historia jugando en Primera. “Es un entrenador que me brindó muchísima confianza desde que llegó. Me da mucha tranquilidad por lo que puedo jugar muy suelto, sin presión y eso para cualquier jugador es algo importantísimo. Por eso quiero seguir progresando; sé que aún tengo mucho que aprender”, analiza.
San Martín necesita volver a sumar de a tres. Los dos empates consecutivos en las últimas presentaciones, cuando las victorias parecían casi seguras, calaron hondo en un plantel que sólo piensa en volver al camino victorioso. “El equipo viene bien, levantando partido a partido. Lamentablemente en los últimos juegos no pudimos ganar por esas cosas que tiene el fútbol. Hoy, mirando la tabla, la cosa sería bien diferente con esos cuatro puntos que perdimos en los últimos dos encuentros”, remata César, el volante que se tiene fe de cara al juego de esta tarde. “Tenemos que ganar. Si logramos mantener nuestro buen nivel durante los 90 minutos, estoy seguro de que volveremos desde Buenos Aires con un resultado favorable. Depende de nosotros”.
Flandria no viene nada bien. Las cuatro derrotas al hilo pesan mucho en la cabeza de un grupo que sólo piensa en comenzar a sumar para ahuyentar al fantasma del descenso. Por eso Abregú pide aprovechar esa ventaja, apostando a manejar la pelota para que los nervios del “Canario” sean una ventaja para el “Santo”. “Hay que jugar con su desesperación. Será fundamental manejar la pelota y golpear cuando se nos presente alguna oportunidad. Vamos a intentar hacer nuestro juego; Dios quiera que todo salga bien”, concluye el volante que se recuperó de una lesión y que ahora busca coronar con una victoria el fin de semana de su regreso.
PUNTO DE VISTA
Pasa por su peor momento
Gustavo Caminos - Periodista de Pares TV de Luján
Flandria tiene un plantel muy reducido, no está jugando bien y pasa por su peor momento desde que ascendió a la B Nacional.
Perdió lo más importante que tenía y que había sido su mayor virtud en la campaña en la que conquistó el ascenso; la solidez defensiva. Antes no le convertían casi nunca; ahora le marcan de a dos o tres goles por partido. Además, está atravesando una sequía ofensiva, falta de fútbol y perdió las últimas cuatro fechas que jugó.
Es un equipo que por momentos se va del partido y les permite crecer a sus rivales. Sufre muchísimo cuando lo atacan por los costados por que los volantes que juegan por afuera son más propensos al ataque que a la marca. También juega con cuatro marcadores centrales en el fondo por lo que no tiene sorpresa para pasar al ataque.
El corto plantel le está pasando factura. Pablo Bueno jugó lesionado los últimos partidos y es duda contra San Martín. Una baja sensible porque, para peor, los suplentes no están al mismo nivel que los titulares.
Los dirigidos por la dupla Fabio Orsi - Sergio Gómez ganaron un solo partido en casa; los otros tres triunfos fueron como visitante. Es un equipo que se siente mucho más cómodo en esa condición, pero que necesita urgentemente hacerse fuerte en su reducto.